ESCÁNDALO EN LA SOMBRA

     ¿Qué estamos comiendo? Es una frecuente pregunta a la que nadie es capaz de proporcionar una respuesta. La inconsciencia de la población es preocupante, hasta que no aumentan desmesuradamente de peso, es decir, hasta que,  lo que pone la báscula no les produce irritación e incomodidad, no tomamos conciencia acerca del sustento que le proporcionamos al cuerpo día tras día. ¿Increíble verdad?




     Los gobiernos, han tomado las oportunas medidas con el fin de subsanar esta brecha. Nos referimos al etiquetado alimenticio, aunque en USA algunos de los Estados aun no están obligados a informar  acerca de las Kcal que contienen los productos, las innumerables campañas, promociones... Y sin embargo, las tasas de sobrepeso y obesidad siguen  agrandándose. ¿Alguien se ha parado a razonar si estas medidas son las correctas?
     Lo cierto es que la población no está preparada intelectualmente para leer y comprender qué es lo que ponen las etiquetas alimenticias. Necesitas una especialidad en biología y química para comprender qué pone, descifrar los componentes que posee, entender cuáles no son buenos, ajustarlo a las medidas que vas a ingerir, etc. Parece que a nadie le interesa que ciudadanos de a pie sepan lo que comen, ni el azúcar que contienen alimentos, más importante aún, el azúcar que no ven y desconoces. ¿Por qué etiquetas tan complejas? Colores, vocabulario más simple, alarmas de consumo,... infinidad de opciones y se siguen utilizando las más complejas, difiriendo entre estados. Existen diversos estudios publicados en revistas como la conclusión extraída en la investigación de Johns Hopkins University Bloomberg School of Public Health, en el que se muestra como el consumo de un mismo producto, a medida que se mejora la comprensibilidad del etiquetado, baja su demanda. Entonces, ¿por qué no una común que explique realmente lo que es y la entiendas en cualquier parte del mundo? Tal vez, si se invirtieran más recursos y tiempo en preparar a las personas ante esta situación en los centros educativos, se generaría un considerable ahorro en inversiones sanitarias.
     
     Jesús Méndez González, en su artículo “Etiquetas de los alimentos: una guía para entender lo que no quierenque entendamos”, publicado en el país el pasado año, ofrece unas nociones básicas para poder entender esa pequeña tabla tan importante, que a veces, está tan oculta.

     Como decíamos anteriormente, la OMS, está realizando diversas campañas para remediar la terrible situación de sobrepeso u obesidad que afecta a millones de personas a nivel mundial. Entre ellas, destacamos la iniciativa “La OMS recomienda no consumir más de 12 cucharillas de azúcar al día”, a la que se suma la ONG VSF, Justicia Alimentaria Global. Les recomendamos visualizar el vídeo Planeta Azúcar en la que se muestra de una manera muy ingeniosa la realidad en la que están sumergida más de la mitad de la población mundial.



                         



Por Fernández Suárez, Elizabeth Candelaria

Benito, E. (2011). Un buen etiquetado ayuda a reducir la obesidad infantil. EL PAÍS. Recuperado de: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2011/12/15/actualidad/1323965006_892758.html 

El País (2017). El fantasma de los azúcares consumidos. EL PAÍS. Recuperado de: http://elpais.com/elpais/2017/01/13/planeta_futuro/1484319308_685178.html 

Méndez, J. (2016). Etiquetas de los alimentos: una guía para entender lo que no quieren que entendamos.  EL PAÍS. Recuperado de: http://elpais.com/elpais/2016/04/05/buenavida/1459858754_374510.html 

Salvochea, D. (2017, 01, 12).  Planeta Azúcar.  [Archivo de vídeo]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=RKSwzvEQk7w#action=share




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